viernes, 16 de septiembre de 2011

Ligero de equipaje

LIGERO DE EQUIPAJE

Ya estoy en Pawaga, mi destino de momento. Llegué hace dos días después de vagar por el mundo.
La primera parte del viaje, en avión, empezó con dos horas de retraso y terminó con la pérdida de mi única maleta. ¡Qué emoción! Siempre he querido ir por la vida con poco equipaje y, mira tú por dónde, se me vio cumplido el sueño. Uno, que es previsor, tenía algo de ropa en la mochila de mano y con eso pude ir tirando.
A los dos días mi maleta apareció y aunque me sentí feliz pensé que no habría estado mal empezar de cero también en cuanto a lo material.
En Dar es Salaam intenté solucionar algunos trámites sobre mi permiso de residencia tanzano para que en un futuro sea algo más que un turista de esos a los que Tanzania sólo permite estar 90 días. Todo se andará. Han multiplicado por cuatro, de la noche a la mañana, las tasas por expedir tal permiso, así que a pagar tocan. Dejar de ser turista tiene sus gastos.
Por lo demás bien. Hoy es mi cumple y lo he celebrado con un montón de mensajes y de llamadas.  Doy gracias a Dios por la familia y los amigos que tengo. El estómago está acostumbrándose a estas latitudes así que creo que la celebración culinaria tendrá que esperar.
Vivo aquí con Carlos y Alex, de los que ya os hablaré detenidamente en otra ocasión. Son agrónomos y conforme más voy conociendo el proyecto de desarrollo que tiene aquí la fundación Agrónomos sin Fronteras, más me va entusiasmando. De momento me ocupa el aprender swahili y el conocer esta cultura a fondo. No me aburro.
Hoy me he fijado en las pocas cosas que he traído (esas que traía en la maleta perdida) y con las que voy a pasar este año aquí. Quisiera necesitar muy pocas cosas para ser feliz. Los tanzanos viven “con lo puesto”. Yo quiero caminar este año y en adelante, ligero de equipaje.

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