miércoles, 12 de octubre de 2011

NACER Y SOBREVIVIR EN ÁFRICA 1


Hace unos días murieron los dos perros que vivían con nosotros. Por precaución, Laiza, un empleado de la Escuela de Capacitación Agraria que lleva la Fundación Agrónomos sin Fronteras en Itunundu, tuvo que ir a Iringa a ponerse la vacuna de la rabia. Ir y volver en bus supone, además de 7000 chelines tanzanos (Tsh.), dedicar todo el día. Estamos a unos 80 km. pero se tarda casi 4 horas en ir y otras 4 en volver.

Cuando Laiza llegó a Iringa le dijeron que no era una dosis sino cinco las que tenían que ponerle. A 30.000 Tsh. la dosis hacen un total de… 150.000 Tsh. ¡Toda una fortuna en Tanzania! Añadid a esto la comida del día. Si Laiza es austero se gastará 3000 Tsh. cada día. Haced una sumas rápidas y cada día le viene a salir a 40.000 Tsh. En 5 días Laiza va a gastar 200.000 Tsh. (¡Cómo este año no doy clase, necesitaba hacer unas cuentecillas para tener frescas las neuronas!) Todo esto si no hay un contratiempo con el autobús y hay que hacer noche en algún lado.

El sueldo de un obrero no cualificado en Tanzania no pasa de los 60.000 Tsh. Gracias a Dios los gastos los han cubierto Agrónomos sin Fronteras, de otra forma Laiza hubiera tenido que dedicar el sueldo de más de tres meses a una simple vacuna o simplemente no se hubiera vacunado.

Según la OMS, más de 2000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a los fármacos que necesitan porque, o no pueden comprarlos o no existen en su mercado o existen pero no llegan a las zonas más remotas. Toda esta gente podría sobrevivir a la enfermedad o disfrutar de una vida mejor si tuvieses los medicamentos adecuados en cantidad y en calidad.

Hablando de calidad, también dice la OMS que el comercio de medicamentos falsos sin el principio activo o con él adulterado representa el 10% del comercio mundial de fármacos, lo que provoca más de 200.000 muertes al año en los países pobres. Este negocio encuentra mercado por los precios desorbitados de los medicamentos protegidos por patente que muchos no pueden pagar.

En 2001 se celebró en Doha una cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de donde salió una declaración donde 142 gobiernos afirmaban que “los derechos de las personas enfermas están por encima de los derechos de las empresas sobre las patentes”. La propiedad intelectual no debería, en ningún caso, impedir a los países más pobres proteger la salud de su población, de forma que estos tendrían que poder exportar o importar medicamentos genéricos a bajo coste según sus necesidades. Pero parece ser que los gobiernos ricos y las grandes farmacéuticas se pasan estos acuerdos por el arco del triunfo.

No hace falta que os diga que la investigación de nuevos fármacos se centra casi totalmente en los problemas que afectan al mundo desarrollado. Solo el 0,2 % se invierte en enfermedades que afectan a África: malaria, diarreas, tuberculosis, pulmonía,…

Me da vergüenza decir que yo me podré pagar, si lo necesito, cualquier tratamiento. Iré a un hospital privado y me atenderán en caso de malaria o si el agua viene con alguna ameba incorporada. La mayoría de los africanos no pueden decir lo mismo.

El próximo día 16 es el Día Mundial de la Alimentación. Muchos tanzanos pasan hambre. No os olvidéis de estas gentes de África. Un abrazo muy grande para todos los que me acompañáis en la distancia.







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