domingo, 9 de diciembre de 2012

Comunicado de Umoya-Federación de Comités de Solidaridad con África Negra

Os pongo un enlace al comunicado que los Comités de Solidaridad con el África Negra han emitido con ocasión de la actual situación en el este del Congo. Sigamos denunciando las injusticias que oprimen al pueblo congoleño que tiene la "mala suerte" de vivir sobre toneladas de minerales, preciosos para los países del norte.




Comunicado de Umoya-Federación de Comités de Solidaridad con África Negra


domingo, 25 de noviembre de 2012

Congo,... otra vez

Después de unos meses en el dique seco vuelvo a retomar el blog.

Estos días la situación en el este del Congo vuelve a ser insostenible. El grupo armado M23, parece que apoyado por Ruanda, ha tomado Goma, la capital de Kivu norte. No sale apenas en la prensa porque a España este país se la trae al pairo. Se ve que no tenemos ningún objetivo geoestratégico, que es como se llama ahora a la colonización, en la zona.


Os paso unos enlaces por si queréis profundizar y enteraros bien de lo que pasa en nuestro mundo:

http://blogs.periodistadigital.com/enclavedeafrica.php/2012/11/20/goma-no-es-gaza

http://www.umoya.org/index.php/noticias-topmenu-19/9179-rdc-el-kivu-de-nuevo-crucificado


http://www.noticiasdenavarra.com/2012/11/18/sociedad/navarra/la-inestabilidad-en-el-congo-se-alimenta-en-el-norte-porque-beneficia-al-contrabando-de-coltan-y-minerales

http://www.umoya.org/index.php/noticias-topmenu-19/9185-rdc-en-goma-la-gente-se-siente-abandonada

http://www.umoya.org/index.php/noticias-topmenu-19/9190-los-rebeldes-congolenos-entran-en-goma

http://www.umoya.org/index.php/noticias-topmenu-19/9193-rdc-en-kivu-del-norte-los-rebeldes-pasaron-mas-alla-de-goma-respuesta-de-los-paises-de-los-grandes-lagos

http://blogs.periodistadigital.com/enclavedeafrica.php/2012/11/22/el-heroe-anonimo-de-goma

domingo, 3 de junio de 2012

Ser mujer en Tanzania

Aquí en Tanzania, como en tantos lugares del mundo, a la mujer le toca ser muy fuerte, dar vida, luchar con todas sus ganas porque ni sabe ni quiere quedarse con los brazos cruzados.


Sostiene a la familia encargándose de la educación y nutrición de los hijos y de los ancianos y desvalidos, hace las labores de la casa (recogida de agua, leña,…), participa en el desarrollo social del poblado, se preocupa de la conservación del medio ambiente y además, por si fuera poco, le toca servir al marido.

Es la responsable de mantener y defender los escasos bienes familiares, cultivando y labrando los campos o atendiendo un pequeño comercio. Ella es la que da rienda suelta a su creatividad para hacer progresar a la familia con distintas actividades y de su buen hacer se espera que sirva para ir eliminando las costumbres y tradiciones negativas (superstición y magia) que frenan, y mucho, el desarrollo.

La familia en Tanzania, en general, está desintegrada. Pocos son los casos en que conviven en la misma casa marido y mujer y cuando lo hacen pocas veces existe una verdadera relación de amor-afectividad. Lo más frecuente es encontrar a la mujer sola a cargo de bastantes hijos, o por ser madre soltera o separada o porque el marido la ha abandonado o se ha ido a buscar trabajo lejos… Muchos niños no conocen a su padre. Con frecuencia viven en casa de la abuela o de algún pariente cercano… En el mejor-peor de los casos la educación de los hijos recae sobre la madre, únicamente.

Sobre la mujer tanzana recaen demasiados partos seguidos. Por desgracia, no existe, en muchos casos, comunicación con el marido. Sobre todo las de las zonas rurales, optan por tener a sus hijos en casa pues casi siempre faltan los servicios más esenciales de salud o son muy pobres. Más de 500.000 mujeres mueren cada año en el mundo por complicaciones durante el embarazo y el parto, el 85% son africanas. 4 de cada 5 hubieran vivido con una buena atención de personal cualificado y con acceso a servicios de urgencia. Una de cada 16 mujeres del África Subsahariana morirá como consecuencia del parto o del embarazo. En los países del primer mundo es sólo una de cada 3800.

Las mujeres en África sufren una fuerte discriminación. Se las considera sujetos de deberes, pero sin apenas derechos. A pesar de todo el trabajo que sacan adelante la mayoría de las veces no toman decisiones, ni siquiera sobre su propia vida. Son los hombres los que deciden si deben tener o no relaciones sexuales, o si deben acudir al médico. Participan muy poco en la política de sus comunidades y, en general, son apartadas de los núcleos de decisión. Todavía siguen soportando grandes injusticias en el tema de las herencias. A todo esto se une que muchas mujeres son analfabetas y la ignorancia las sigue esclavizando.

En este país hay un gran porcentaje de matrimonios de chicas adolescentes. Muchos padres empujan a que se casen tan temprano por la ambición de cobrar una dote muy sustanciosa (cuanto más joven más pueden exigir) pues creen que si lo dejan para más adelante se quedarán embarazadas y no podrán cobrar esa dote. Los mismos padres creen que estando casadas a temprana edad no contraerán el sida. Por esta razón, privan a sus hijas de proseguir sus estudios, manteniéndolas en la ignorancia y así sigue la cadena de sometimiento al hombre, sin posibilidad de liberación. Así se perpetúa la pobreza.

Muchas veces se dice que sobre las espaldas de la mujer camina y avanza África, y es verdad porque ellas son el motor de la vida, del comercio, de la familia; debemos seguir apoyándolas para hacer una África mejor, más digna y más humana. Ellas demuestran día a día que la esperanza es real y cuántas veces logran que la vida triunfe donde parece que siempre tiene las de ganar la muerte.






Fuentes: Índice de Desarrollo Humano 2007. Informe de Manos Unidas “Ser madre en África es heroico”. Apuntes del misionero de la Consolata Daniel Ruiz.



sábado, 26 de mayo de 2012

Viajar por Tanzania

No sé si os acordáis de las famosas furgonetas Vanette que, cuando yo era adolescente, se veían por España. Aquí en Tanzania se llaman daladala y son la forma más común de viajar. En Kenya son los matatus, en Mozambique las chapas,…


¿Cuánta gente puede caber en un daladala? ¿? En España tenían 9 plazas pero hoy en contado 19 en el que me ha llevado al centro. A esto hay que sumar la gente que va de pie: 8, 9, 10 personas más, bien apretaditas. Siempre puede subir alguien más. La ambición de los dueños o de los que lo gestionan no tiene fin, las averías tampoco.

Viajar en África puede resultar una auténtica aventura, una experiencia única, agobiante, irrepetible, asfixiante, estresante, dura… No puedo resistir la tentación de contaros el maratoniano día que pasé hace unos días en el transporte tanzano. El viaje me llevaría de Pawaga a Sadani, separadas por menos de 200 km. 12 horas interminables para conocer un poquito más este país y a sus gentes. En África se viaja así, los pobres viajan así, sufriendo, sin dignidad.

La bocina del bus me ha despertado a las 4 y pico de la mañana. Al conductor no le ha importado mucho lo temprano de la hora. No se ha parado a pensar que en ese momento casi todo el mundo… duerme. No tengo muy claro a qué hora sale exactamente. Lo he preguntado pero he recibido varias respuestas posibles. Estoy en la carretera desde las 4:30. Media hora más tarde estoy pegando botes en una pista de tierra. Nos separan 75 km. de Iringa que haremos en 3 horas. Este recorrido lo hace el bus de la Upendo (amor en swahili), un trasto antediluviano que bien podría desmontarse en cualquier momento. No tiene ventanas y en cada fila hay 5 asientos. Me ha tocado en el cercano al pasillo y voy con medio cuerpo fuera pero aún así soy terco e intento dar una cabezadilla. Esta vez no lo conseguiré.

Recién salidos ha subido un pasajero que se ha puesto a discutir acaloradamente con el cobrador que le exige lo mismo que he pagado yo. 500 Tsh. (25 céntimos de euro) provocan un enfrentamiento cuando todavía no ha salido el sol. Tras una hora de viaje hemos llegado al bosque, con unos colores otoñales preciosos, donde está la parada obligatoria para comprar leche a los masai. Algunos han subido y han empezado las aglomeraciones en el pasillo. Gracias a Dios el resto del viaje discurre tranquilamente y he podido hasta disfrutar de un amanecer magnífico. Pero esto no ha hecho más que empezar.

En Iringa me he permitido un desayuno acorde al día que me espera, he descansado un rato y vuelta a empezar. Ahora mi destino es Kinyanambo, a 70 km., un cruce en la carretera principal que conduce hacia el sur antes de Mafinga, a casi 2000 m. de altura. La carretera está asfaltada y los comienzos son prometedores: nos para la policía y “desaloja” a todos los que van de pie. Es la primera vez que lo veo, aunque no he observado que hayan pagado multa alguna quizá porque el policía ha obtenido unos ingresos extra. Quién sabe. Tras este incidente que ha mejorado la calidad del viaje no tardamos 5 minutos en estar todavía más apretujados que antes. En algún momento hemos superado la treintena y confieso que he estado rodeado por todos los lados de humanidad tanzana. No se lo recomiendo a los claustrofóbicos. La puerta va abierta en algunos momentos y el cobrador y algún otro con el cuerpo fuera. No cabe un alfiler o eso creo yo.

Pienso en la poca dignidad que supone para todos ir como ovejas durante tres horas. Algunos se niegan a subir pero a otros les da igual. Un pasajero ha empezado a discutir acaloradamente con el cobrador. Hay un momento de tensión. No sé si es por el precio o por el equipaje pero los gritos y las apreturas hacen que uno desee que se acabe este tormento. A cada rato nos vamos parando para recoger o dejar gente porque no hay paradas establecidas.

Es la una y media cuando llegamos y el siguiente daladala está lleno. Full, -nos dicen. ¡Cómo estará para que no nos hayan dejado subir! Nuestro destino final, Sadani, está a 45 km. y la carretera vuelve a ser de tierra. Cuando son las 14:30 llega un pequeño bus y nos metemos como balas para coger un sitio. Tardará más de media hora en arrancar. Me estoy agobiando.


Hemos pillado los dos asientos al lado del conductor. El bus es viejo y varias partes del cuadro de mandos están arrancadas. En un momento he visto que el conductor juntaba dos cables, de los que ha saltado una chispa, para que hicieran conexión. Estoy rodeado. Cuando menos me lo espero me encuentro acorralado por cajas y bultos. A mi lado se han desparramado un montón de tubos de superglue. Estoy demasiado cerca del conductor y no le dejo cambiar bien así que ha optado por poner un ladrillo debajo de mi asiento para que me vaya hacia la izquierda y no le meta mi pierna en la caja de cambios. Dentro ha empezado a hacer calor y ya no disimulo movimientos de todo tipo para encontrar la postura.

Cuando queda poco, la penúltima parada es para mear pero da lo mismo, no puedo salir. Hemos llegado a las 16.30. Veo abrirse el cielo. Hace más de 12 horas que me levanté y estoy muerto. Perdone señor conductor, ¿me permite salir por su puerta?




sábado, 19 de mayo de 2012

Marcados por el sida

Hace unos días leía este titular en un portal de noticias: “Una cinta roja en el uniforme para identificar a los alumnos con VIH en Tanzania”.
Y es que parece que en siete escuelas de este país han decidido “controlar” a los alumnos seropositivos con este método. El director de una de las escuelas justificaba esta conducta, parece ser que a petición de los padres, para "identificar a los niños" y lograr con ello asegurarse de que no realizan "tareas costosas que puedan afectar a su salud". Algunas asociaciones, como supondréis, se han echado las manos a la cabeza considerando que el único objetivo es marcar a las personas con esta enfermedad. ¿Es ético revelar esta información? Parece que debería ser confidencial a no ser que uno quisiera revelarlo.

Algunos datos: desde el año 2001 al 2009 el número de niños enfermos de sida en África paso de 1,8 millones a 2,3 millones y el número de huérfanos por esta causa ha aumentado a casi 17 millones en 2009, más de 14 millones, en el África subsahariana. Estos niños no solo sufren el estigma de la enfermedad que los discrimina, sino que a menudo padecen desnutrición, carecen de atención médica y de educación, son obligados a trabajar o explotados sexualmente o se les niega el acceso a servicios básicos e incluso a un techo, lo que les hace cada vez más vulnerables.

Además de frenarla es necesario vencerla en el ámbito cultural, social, familiar y personal, porque es una enfermedad que causa vergüenza, a la que se le tiene miedo. La persona enferma necesita ser acogida, aceptada y animada para que no viva el sida como una condena a muerte.

Algunas de las claves para entender el sida en África nos las da Michael Czerny, fundador en Nairobi del African Jesuil Aids Network: “Para el africano la familia ocupa un lugar muy importante en su vida. Es indispensable hacer sentir al enfermo que es parte de una familia, tanto si necesita atención médica, como si se le ofrece asistencia y ayuda. Nadie tiene derecho a juzgarlo ni a hacer cálculos de su responsabilidad. Cualquier forma de condena está fuera de lugar.”

Leo en la revista Antena Misionera que, cosa impensable hace unos años, el parlamento de Kenia ha tratado el tema del Sida. El 1 de diciembre de 2010, con ocasión de la Jornada Mundial contra el SIDA, entró en vigor una ley sobre el tema. Se llevaba discutiendo desde 2006, buscando soluciones desde el lugar y no solo las que llegan desde el norte. La ley impone una multa de 5000 € o bien 7 años de cárcel a quienes sabiendo que están enfermos, infectan a otra persona. ¿Es esto suficiente? Parece que no.
El sida empezó su expansión en la década de los 80. Desde entonces la investigación y los tratamientos han avanzado mucho. A pesar de eso, sigue siendo la principal infección mortal del mundo. Más de 33 millones de personas padecen el VIH, de los cuales, más de 22 millones viven en el África subsahariana, donde el sida está asociado a otros problemas: la pobreza, la malnutrición, la tuberculosis, la malaria y el escaso nivel de educación sanitaria.

El informe de Manos Unidas con ocasión de su última campaña contra el hambre subraya que son las mujeres y las niñas las más vulnerables a la infección. En los países más afectados, las encuestas indican que por cada hombre infectado llega a haber hasta tres mujeres jóvenes en la misma situación. La mujer embarazada portadora tiene un 35% de probabilidades de transmitírselo al bebé, y la mitad de los lactantes infectados mueren antes de los 2 años por eso se hace necesaria la prevención de la transmisión de madre a hijo y pruebas para emitir un diagnóstico a tiempo.

Hoy en día, existe una respuesta al sida efectiva, pero falta muchísimo por recorrer para que pueda llegar a todos los enfermos, principalmente en esta zona del mundo donde muere mucha gente de mediana edad. Uno de los últimos fue Salvatori, el encargado de la ganadería en el Programa Ihanzutwa, hace unas pocas semanas.




sábado, 12 de mayo de 2012

AL SERVICIO DE LOS MÁS POBRES 2

Continúa hoy la entrevista al padre Daniel. Espero que la disfrutéis tanto como yo.




¿Cómo es la zona donde realizas tu trabajo? ¿Cómo son los tanzanos? ¿Qué destacarías de su forma de ser y actuar?

Hace seis años que me trasladé de Iringa ciudad, con una pastoral típicamente urbana-africana, a Sadani, localidad plenamente rural. Es una Parroquia que el año que viene, 2013, cumplirá 75 años de existencia. Para ello, junto con toda la comunidad cristiana, nos estamos preparando para que sea un momento de renovación pastoral, de vida y de estructuras materiales. Los cristianos lo ven como un homenaje de gratitud a todos los misioneros/as, catequistas y bienhechores que nos precedieron y que han hecho que el Evangelio de la Vida
haya penetrado en este pueblo de los Wahehe.

¿Cómo es la zona donde realizas tu trabajo? ¿Cómo son los tanzanos? ¿Qué destacarías de su forma de ser y actuar?

Hace seis años que me trasladé de Iringa ciudad, con una pastoral típicamente urbana-africana, a Sadani, localidad plenamente rural. Es una Parroquia que el año que viene, 2013, cumplirá 75 años de existencia. Para ello, junto con toda la comunidad cristiana, nos estamos preparando para que sea un momento de renovación pastoral, de vida y de estructuras materiales. Los cristianos lo ven como un homenaje de gratitud a todos los misioneros/as, catequistas y bienhechores que nos precedieron y que han hecho que el Evangelio de la Vida haya penetrado en este pueblo de los Wahehe.

Sadani se encuentra en las High Lands (Tierras Altas) del centro-sur de Tanzania. A 30 km. descendiendo llegamos a Madibira (la Misión original de donde nació la nuestra) en pleno Rift Valley (el Valle del Rift).



A pesar de los 75 años transcurridos son muchos los retos que suponen estos pobladores de Sadani. La brujería, la superstición, el poder de la magia es algo que aún ejerce una fuerza enorme sobre estas personas. El Evangelio ha tratado siempre de vencer esas fuerzas oscuras que no hacen más que crear miedo y terror en el corazón de nuestra gente. El miedo y la ignorancia siguen siendo los dos enemigos a derrotar. De ahí el esfuerzo, a nivel de toda la diócesis de Iringa, por llevar a cabo una Nueva Evangelización. Para ello un instrumento muy valido son las Pequeñas Comunidades de Base, de tipo familiar (aquí llamadas Jumuiya Ndogo Ndogo). El Catecumenado es también un arma fundamental para preparar a los futuros cristianos a que se conviertan en testigos vivos del Resucitado en sus poblados. Los Catequistas (33) son las manos y pies de los pastores, que somos solo dos. Sin ellos, ¿cómo podríamos llegar con eficacia a los 14 poblados que sirve nuestra Parroquia? De ahí que uno de los retos principales es su formación: Catequistas maduros y bien formados es garantía de una evangelización en profundidad.



¿Que como son los tanzanos? Ante todo, como decía antes, son gente pacífica y con un gran sentido de la unidad nacional. Por eso no existe casi el tribalismo. A mi entender necesitarían reaccionar un poco más ante flagrantes injusticias. En este campo les veo demasiado “sumisos” a los Wakubwa (a los “grandes”, sobre todo políticos). El miedo les atenaza y de eso se aprovechan los de arriba.



¿Qué es lo más difícil de vivir en África?

Quizá motivado por nuestro temperamento latino, una de las cosas que más me cuesta aceptar es su resignación ante las adversidades. El “Bahati mbaya” (mala suerte) y el “Mapenzi ya Mungu” (Dios lo quiere) están de continuo en sus labios como para justificar todos los males, a menudo provocados por ellos mismos.



De ahí que la paciencia, como virtud activa, es un don que hay que pedírselo a Dios cada mañana. Recién llegado un anciano misionero, ya fallecido, me decía en su buen “italiano fiorito”: “Daniel, chi ce l’ha la perde e chi non ce l’ha l’acquista” (el que la tiene la pierde y el que no la tiene la adquiere). De primeras no sabía a qué se refería, hasta que entendí que se trataba de la paciencia. Con ella se logra aceptar las diferencias, saber escuchar, entender sus ritmos…en fin se logra llegar a querer al africano como a un hermano con capacidad de humanizarme, a mí y a esta nuestra sociedad tan deshumanizada.



¿Cuál es el trabajo que realiza un misionero hoy en día? ¿A qué retos se enfrenta?

En una pregunta anterior ya he tratado de dar unas pinceladas de nuestro trabajo, sobre todo pastoral. A lo dicho tendría que añadir la labor en la Educación.

En los 6 años que llevo en Sadani se han abierto 4 escuelas secundarias. Cuando llegué en 2006 solo existía la Sadani Secondary School. En la actualidad son casi 2.000 alumnos que las frecuentan. Por lo cual hace unos años optamos por priorizar la formación religiosa en ellas. El Gobierno nos concede dos periodos semanales que aprovechamos para también evangelizar en las aulas a través de la Palabra de Dios.



El joven estudiante es muy receptivo e interesado por lo religioso. Además en todas las secundarias existen los Y.C.S. (Young Christians Students=J.E.C=Juventud Estudiantil Cristiana) que son una fuerza testimonial en cada escuela y que nosotros acompañamos con mimo.



Después está la visita a los enfermos, que aquí son muchísimos. Apoyo espiritual y material. En ello trato de implicar a los miembros de las Pequeñas Comunidades de Base que se ofrecen con gran dedicación.


Además de vuestra labor pastoral, vuestra labor social es muy intensa. ¿Nos podrías hablar de ella?

Para empezar, Sadani es uno de los pocos pueblos con agua y luz. Y todo gracias al ingenio nato (de ingeniero natural) de un misionero ya fallecido, el P. Luigi Negro, que construyó una presa, con un canal de casi 1 km. de largo para desviar el agua del rio Liandenvela, que pasa cerca, y mover una turbina que produce casi 100 kilowatios. Con esa energía bombeamos el agua a todos los rincones del pueblo, damos luz a las escuelas (primaria y secundaria), hacemos funcionar la carpintería y el molino (siempre abarrotado de gente con su maíz para moler), cargamos las baterías de la gente que a diario se las cargan en sus bicis para poder tener un poco de música en casa y escuchar la radio, etc…

De cara a la infancia tenemos dos guarderías, que son Preescolares o Escuelas de “Parvulitos”, de 4 a 6 años, con casi 200 niños. Además de la enseñanza que reciben y que les hace llegar a la primaria mejor preparados que los demás, cada día reciben una comida abundante y vuelven a sus casas hacia las doce del mediodía contentos y satisfechos.

Damos mucha importancia a la agricultura. Siguiendo el eslogan de este país Kilimo Kwanza (lo primero la labranza), hemos conseguido que a través de los campos de la misión cada grupo, comunidad o asociación tengan su campo de maíz y judías. Con lo cosechado cada año van logrando tener su “cuenta corriente” que les hace sentirse más libres e independientes en lo económico.
Sin olvidar las cosas que hemos construido con ayuda de Manos Unidas: una guardería y el albergue-dormitorio para las chicas en la Escuela Secundaria de Sadani. Actualmente duermen en él 120 chicas, sobre todo muchachas que provienen de fuera de Sadani.

Después de tantos años al pie del cañón, ¿qué ilusiones tiene un misionero como tú?

Son las mismas que cuando llegué hace 36 años. Incluso me atrevería a decir que más maduras y sin tantas idealizaciones. Ya no sueño con convertir a África ni eliminar el hambre y la ignorancia. Me quedo con lo de Jesús: “Si el grano de trigo no muere…”. Eso, aportar un granito de arena o mejor de trigo y que se pudra en la tierra, porque si no, no da fruto. He aprendido que aquello que decía Juan Bautista es la pura verdad, aunque cuesta un montón: “Que yo disminuya para que Él crezca”. Ésta es mi “espiritualidad”…



Danos tres razones para que un español visite Tanzania.

Además de la turística, de todos conocida y que es la que más atrae, si vienes a Tanzania ven a aprender y a escuchar…te enriquecerás. Si esa es la razón que te empuja a venir descubrirás una cosita muy sencilla: que se puede ser más feliz con muchas menos cosas. Y si además el bichillo del servicio te roe, no lo dudes, aquí tienes un campo inmenso donde realizarte como persona y como cristiano. KARIBU SANA!!! (¡Sed muy bienvenidos!)








domingo, 6 de mayo de 2012

AL SERVICIO DE LOS MÁS POBRES

Esta semana y la que viene os ofrezco en el lugar de encuentro que quiere ser este blog, una entrevista que le he hecho al padre Daniel del que ya os he contado algo en otras entradas. Hace unos días tuve la suerte de volver a pasar un día con él y de disfrutar de su misión en una zona rural de Tanzania.
Que estas líneas os ayuden a acercaros a la realidad de este continente y a la de un misionero que está dando su vida al servicio de los más pobres.
Daniel, ¿cuándo y cómo te haces misionero?

Mira, el cómo y el cuándo dejémoselo a Dios y al misterio de su llamada. De lo que estoy seguro, sin lugar a dudas, es que la familia es el origen de toda vocación. Si desde niño te envuelve una atmósfera de fe y preocupación por los demás, pues la llamada se puede verificar antes o después. Y yo he tenido la suerte (=gracia) de tener unos padres que me han inculcado esas dos “perlas” desde muy temprano.

Después, en lo cronológico, estando ya en el Seminario de Derio (Bilbao) en los años 50-60 se respiraba una inquietud misionera muy fuerte. El marchar a las así llamadas Misiones Diocesanas Vascas (en Los Ríos y El Oro de Ecuador) era visto y sentido como algo lógico para toda vocación sacerdotal.

¿Que por qué no me fui yo también como misionero diocesano? Pues porque otros se adelantaron. Estando estudiando filosofía era muy corriente la visita de misioneros de distintos institutos misioneros. Y fueron los de la Consolata los que me “pescaron”. A decir verdad, mucho influyó el grupo que habíamos formado con la misma inquietud misionera. De aquel grupo 4 ingresamos en esta Congregación Misionera. De ellos, al cabo de tantos anos, seguimos al pie del cañón 3 (dos en Tanzania y uno en Kenya).


¿Cuándo llegaste por primera vez a África?

En septiembre de 1976. No podré olvidar esa fecha porque al entrar en Iringa (ciudad del centro sur de Tanzania, donde tenemos la Casa Provincial) me quedé fascinado ante el espectáculo de color que pude contemplar. Toda la ciudad resplandecía de color malva-violeta a causa del comienzo de la floración de las “yacarandas”. Cada año por esas fechas recuerdo mi llegada a África con un poco de nostalgia.

¿Qué responsabilidades has tenido desde que llegaste?

De primeras fui a Kipalapala en Tabora (centro-norte) a frecuentar un Curso de Lengua, el Kiswahili o Swahili. Breve pero intenso. Y de allí, al tajo. La primera Misión a la que me destinaron fue Kisinga. Lugar perdido en las Montañas Livingstone, cerca del gran lago Tanganyika, entre el pueblo de los Wakinga. Más tarde he estado en varias misiones de la zona de Iringa, entre los Wahehe, que es el pueblo con el que vivo y trabajo en la actualidad, en la Parroquia-Misión de Sadani.



Casi todo el tiempo mis responsabilidades han sido de tipo pastoral directa si exceptuamos los cinco años que me encargaron el trabajo de Animación Vocacional, con el rimbombante nombre o título de Mkurugenzi wa Miito ( Director Vocacional). En esa época tuve la gran suerte de entrar en contacto con los jóvenes tanzanos y con sus inquietudes vocacionales. Gracias al que llama (y un poquito a mi colaboración) hoy día hay un grupo de misioneros tanzanos esparcidos por los diversos continentes anunciando el mensaje de salvación.



Desde 1995 al 2000 mis superiores me invitaron a dar el salto a América Latina, en concreto a Venezuela. Entre otras responsabilidades me asignaron la pastoral Afro (para no variar…) en una zona de ese país llamada Barlovento. Sus habitantes pertenecen a la población Afro-Caribeña, descendientes de los esclavos trasladados a América del Sur provenientes, sobre todo, del Golfo de Guinea (Nigeria).


Los retos que allí encontré son muy fuertes pues en su fe-creencia se da un gran sincretismo. La “religión” que priva es la santería, mezcla de piedad popular hispana, divinidades locales y los “Orixes” que se trajeron de África. A pesar de tener el mismo color de la piel que los africanos las diferencias con su África de origen son muy fuertes. Y lo mismo diría de la lengua. No por hablar castellano-barloventeno es más fácil el trabajo allí que en África. En fin, he de agradecer a Dios y a mis superiores haberme dado la ocasión de trabajar en esa tierra: “Barlovento…tierra ardiente y del tambor”, como suena su himno local.


Tú viviste en Tanzania en la época de Nyerere, ¿cómo contribuyó este hombre a la Tanzania actual?

Cuando yo llegué a Tanzania reinaba una gran euforia por la apuesta de este gran estadista a favor del socialismo tanzano que él llamó Ujamaa. Como intuición era algo magnífico, casi una vuelta a los Hechos de Los Apóstoles donde “la multitud de los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma…todo lo ponían en común…”. Este objetivo lo quiso lograr con la creación de los así llamados Vijiji vya Maendelo” (Poblados del Progreso). En ellos había que combatir contra los tres “enemigos” más feroces: hambre, enfermedad e ignorancia. El factor humano (egoísmo, ambición, corrupción) hizo que este ideal se quedase en eso…en puro ideal.

A Julius Nyerere hay que reconocerle, primero que fue un hombre honesto y servidor de su pueblo. No por nada le llamaron Mwalimu (el Maestro). No se enriqueció aprovechándose de su posición, cosa insólita por estos lares. Alguien ha comenzado a hablar de un posible proceso de beatificación. No lo veo fácil, sin embargo sigue siendo modelo de estadista y político para nuestros tiempos y para este país donde predomina la corrupción y los corruptos.

Su contribución principal es que ha creado un humanismo nuevo. Tanzania es una “mosca blanca” en este continente de guerras tribales y genocidios. Se ha mantenido en paz gracias a su “magisterio”. El tribalismo casi no existe y la unión nacional es muy fuerte (a excepción de los conatos de separatismo que llegan de Zanzíbar). Un factor importante de esta unidad es la lengua, nacional y oficial: el Kiswahili. Ha estrechado los lazos de unión entre las diversas etnias (126). No podemos decir lo mismo sobre el capítulo de la economía. Aquí Nyerere no triunfó.


Continuará…

domingo, 29 de abril de 2012

Fernando Cardenal

Ayer cayó en mis manos una conferencia que pronunció Fernando Cardenal en España la Semana Santa de 2008. En 13 páginas conmovedoras relata lo esencial de su vida de jesuita y como miembro de la revolución sandinista en Nicaragua. No paré hasta terminarla y aunque conocía los detalles pues leí hace unos pocos años su libro “Junto a mi pueblo, con su revolución”, no dejó de asombrarme su espíritu fuerte y su grito tantas veces repetido contra la pobreza: “es insoportable, no se puede soportar, hay que hacer lo necesario para que esto cambie.” Y a continuación: “Cada vez se me hizo más insoportable a mí ver el dolor, el sufrimiento, la tristeza, la falta de seguridad, la falta de esperanza, todo lo que allá sucedía todos los días, como única cosa segura, todo era inseguridad menos una cosa: Nada va a cambiar, de eso están seguros, y no había en el panorama del país ningún proceso, ninguna persona, para que ellos pudieran pensar que aquello iba a cambiar algún día: sufrir, sufrir y sufrir.”

Cardenal pasó una de las etapas de formación jesuítica en Colombia y allí es donde la pobreza le tira del caballo, como a un nuevo San Pablo. Allí empieza una nueva vida dedicada a los menesterosos y al marchar promete a los que han sido sus vecinos durante 9 meses: “Yo me tengo que ir pero voy a dejarles algo mío, quiero dejarles un juramento, quiero dejarles el juramento de que en lo que me queda de vida quiero dedicarla a trabajar por la liberación de los pobres y a luchar por la justicia, por amor a ustedes. Este es mi juramento, esto es lo que yo quiero dejarles a ustedes mío.”

Seguramente de esa época son estas desgarradoras palabras describiendo a una familia pobre que acaba de perder a una hija: “Una vez llegó a mi casa una vecina como a las 10 de la noche, desesperada y ahogándose por las lágrimas, me pidió que la llevara al hospital con su hijita  Jessenia, de pocos meses de edad, porque, según me dijo, se le moría. Por desgracia ya estaba muerta. Ya no se podía hacer nada por su vida. Fui después a la casa. La mamá de la niña vive con su suegra. La casa consta de un solo cuarto y un corredor. En ella vive la abuela y sus cuatro hijos, dos de ellos con sus esposas y sus respectivos hijos, total, catorce personas. Algunos de los chavalos sacan cartones del cuarto y duermen en el corredor. El papá de Jessenia carga bultos en el mercado Roberto Huembes, y el otro hijo casado, lisiado de guerra, cuida carros en el mercado Oriental. En el corredor de la casa hay tres pupitres destartalados para sentarse, pero no hay ni una mesa para poner el cadáver de la tiernita durante la vela. La abuela la tuvo cargada en sus brazos deshecha en llanto. Nadie en el barrio se dio cuenta de nada. Algunas de las calles son muy oscuras y así nos fuimos a buscar un carpintero que nos quisiera hacer un pequeño ataúd para la niña. Cada paso en la vida de los pobres es difícil. Había también que encontrar  dónde  enterrarla y cómo.  Ningún vecino se dio cuenta de la muerte. Ya todos estaban dormidos. Todo en el barrio era tranquilidad. Se sentía así la más profunda soledad y abandono de esta familia. Ante la niñita muerta me hice muchas reflexiones sobre la forma en que viven los pobladores del barrio. La muerte es el final de un proceso que comienza con el desempleo y termina en la muerte. Es el final lógico.”

Y sigue reflexionando: “Esa noche, junto a la familia de la Jessenia, pensé que lo más grave de todo lo que sufren los pobres es la inseguridad. No tienen seguridad de si podrán conseguir alimento para sus hijos al día siguiente, ni medicinas si se enferman. Inseguridad ante los robos y la delincuencia. Muchos de ellos no tienen muy en regla los títulos de sus terrenitos, o no los tienen del todo. Inseguridad de poder pagar mes a mes el agua, la luz. Cada comienzo de semestre escolar trae la angustia de no saber cómo conseguir todo lo que se necesita para poner a los hijos de nuevo a estudiar. Inseguridad ante el comienzo del invierno pues no saben cómo podrán conseguir zinc para cambiar el techo que deja pasar toda el agua y también cemento para componer la parte inferior de la casa que se les inunda cada vez que llueve. Ante los grandes problemas de sus vidas están solos, indefensos, desamparados, inseguros.”


En las páginas deliciosas que leí ayer habla también de la famosa “Cruzada Nacional de Alfabetización”, que él dirigió y que pretendía enseñar a leer y escribir a todo el país que tenía la mitad de la población analfabeta. Miles de jóvenes abandonaron sus casas y se fueron a enseñar a los campesinos, muchos de ellos vivían en las montañas. Pasaron grandes limitaciones y pobreza y murieron 7 a manos de la contrarrevolución. En su “Junto a mi pueblo, con su revolución” dedica todo un capítulo a hablar de los jóvenes héroes. Merece la pena leerlo. Sin duda es uno de los capítulos más bellos de la historia reciente de la humanidad.
Fernando Cardenal fiel al juramento que hizo en sus años de juventud, estando ya en Nicaragua trabajando en la universidad, participó en toma de edificios, en huelgas de hambre… Cuenta él, de esta forma tan gráfica, sus noches en la catedral de Managua: “Yo dormía en la noche en el presbiterio, sobre el mármol, con un gran calor porque teníamos todo cerrado para que no entrara el ejército, un calor espantoso. Yo dormía plácidamente sobre el mármol, dormía mejor que en mi casa, con un colchón de la marca Luna que son los mejores de Nicaragua, con aire acondicionado, todo tranquilo para dormir perfectamente y yo dormía mejor en la catedral sobre el piso porque me sentía que estaba haciendo algo por la justicia, por jóvenes que estaban siendo torturados, yo estaba participando en una cosa peligrosa porque el ejército podía sacarnos, como lo hizo otras veces, a balazos y yo allí sobre el mármol dormía delicioso porque mi alegría era mayor que la incomodidad, mi alegría de estar haciendo algo por la justicia.”
Da alegría el conocer la vida de este nicaragüense, que pasó por Burgos hace unos años y al que tuve la suerte de escuchar trazos de su apasionante vida. Fernando Cardenal cuando fue reclamado por la revolución pasó a llamarse Justo. No podía ser de otra forma.




sábado, 21 de abril de 2012

25 de abril: DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA MALARIA

Un empleado de la Fundación en el Programa Pawaga, que es donde realizo mi voluntariado, tuvo malaria hace unas semanas y estuvo 15 días sin trabajar. Le tuvieron que llevar a Iringa porque aquí no se curaba. 100.000 Tsh., unos 50 € (su sueldo es de unos 65.000 Tsh.) han servido para su tratamiento y la comida y la estancia en el hospital de él y de un acompañante,… Ha vuelto bastante más flaco.
En 2008 hubo unos 247 millones de casos de malaria en el mundo que provocaron cerca de un millón de muertes, sobre todo en niños africanos. Ese año el paludismo estaba presente en 108 países.

La malaria llega a los humanos por un parásito (plasmodium) que se transmite a través de la picadura de mosquitos anopheles hembra infectados. Una vez dentro los parásitos se multiplican en el hígado y después infectan los glóbulos rojos. Los síntomas van desde una fiebre muy alta a vómitos, dolor de cabeza, escalofríos... Suelen aparecer a los 10 ó 15 días después de la picadura y si no se trata dentro de las primeras 24 horas el paludismo tipo falciparum puede agravarse produciendo la muerte porque altera la afluencia de sangre a los órganos vitales. El diagnóstico y el tratamiento a tiempo pueden evitar el agravamiento de la enfermedad y la muerte y contribuir a reducir la transmisión.

Los más vulnerables son los niños pequeños que todavía no son inmunes a las formas más graves de la enfermedad. Además la malaria es la causa de numerosos abortos y de mortalidad materna y provoca poco peso al nacer. Se calcula que anualmente mueren 200.000 lactantes a consecuencia del paludismo padecido durante el embarazo. El paludismo afecta sobre todo a los empobrecidos que no pueden pagar el tratamiento o tienen un acceso reducido a la atención sanitaria y atrapa a las familias y a las comunidades en una espiral de pobreza.
Cuando vine por primera vez a Tanzania di clases de matemáticas a David, un chico de la comarca de Sadani, que estudiaba el último año de secundaria. Una tarde le vi pálido, se encontraba mal. Le pregunté qué le pasaba. “Me duelen las articulaciones”, me dijo. No era su primeria malaria y allí, en una habitación sin apenas luz, con gran malestar, trataba de estudiar y de entender mis explicaciones en un inglés poco ortodoxo.

Gracias a los misioneros de la Consolata, David disponía de un dispensario con un médico o… algo así. Los países de África tienen, por término medio, un médico por cada 100.000 habitantes. En los últimos años se han marchado de África unos 30.000 médicos en busca de un trabajo mejor remunerado. Sin duda son necesarios más dispensarios, médicos mejor preparados y parteras que asistan en las comunidades rurales.

Los niños de hogares pobres y los de zonas rurales tienen menos posibilidades de recibir un tratamiento para la malaria. Protegerse de las picaduras de los mosquitos es la primera medida de prevención. Es preciso que quienes viven en zonas de riesgo duerman bajo mosquiteras tratadas con insecticida de acción prolongada y que se fumigue el interior de sus viviendas.


Pero se necesita educación, una correcta formación sobre el uso y el mantenimiento de las mosquiteras. No sería la primera vez que se utilizan para pescar o como red de la portería de un campo de fútbol. Además hay problemas con el aumento de la resistencia de los mosquitos a los insecticidas y la inexistencia de insecticidas alternativos que guarden relación entre el coste y su efectividad.

El Fondo Global para combatir el sida, la tuberculosis y la malaria ha pasado de 100 millones de dólares en 2003 a 1500 millones en 2009 para combatir esta última. Gracias a esto son muchos los hogares que poseen al menos un mosquitero. Los fondos siguen siendo inferiores a los 6000 millones que se estimaban necesarios en 2010 para combatir la enfermedad.

De momento no se ha encontrado una vacuna eficaz aunque hay abiertas algunas vías de investigación, parece que muy avanzadas. Pero la investigación y fabricación de nuevos fármacos se sigue centrando en los problemas que afectan a los países desarrollados y solo el 0,2 % se invierte en enfermedades que afectan a África. Lo que no da dinero no existe y con la cultura capitalista seguimos creando ciudadanos de segunda o tercera clase. En nuestro mundo, ¡no todas las personas valen lo mismo!

El 25 se celebra el Día Internacional contra la Malaria. Que no sea una fecha más en el calendario.


Fuente: Informe Manos Unidas “Nacer y sobrevivir en África”. Abril-Junio 2011



lunes, 16 de abril de 2012

UN AÑO EN TANZANIA


(Reflexiones de un aprendiz de voluntario)


Los principios
Llevo desde principios de septiembre en Tanzania. Después de mucho tiempo preparándome para esta experiencia de voluntariado y tras pedir un año de excedencia en el colegio donde trabajo, me he embarcado en esta apasionante aventura, impulsado por una idea obsesiva: “Sal de tu tierra”.
¿Cómo explicarlo? Todo empezó hace ya unos cuantos años cuando comienzo a ir a Perú. Conocer en profundidad aquella realidad y removérseme algo por dentro fue todo uno. El contacto cercano con aquella gente tan sencilla que me acogía en sus casas, las injusticias tan grandes que fui descubriendo, las desigualdades entre unos y otros, la miseria, el sufrimiento de tanta gente,… Algo me fue pasando y en mi corazón sentí, siento, una llamada muy fuerte a dedicar mi vida a los pobres, a los más pequeños. Surgió entonces el deseo de pasar un año en un país del sur.
Después de mi primer viaje a Perú, nace la idea de realizar actividades de sensibilización en Burgos para dar a conocer aquella realidad y también buscar fondos para pequeños proyectos de cooperación. Poco más tarde un grupo de amigos formamos la Ongd Persona Solidaridad que ya va por su sexto año de vida. Todos somos voluntarios y dedicamos mucho esfuerzo a la sensibilización en nuestra ciudad y a la cooperación en Perú y Tanzania.



Y así hasta el 2011 donde todo va tomando forma. África me llama con fuerza desde que vine por primera vez en el 2007. Ese año empecé a conocer Tanzania de la mano del misionero burgalés Daniel Ruiz. Me impresionó la pobreza, más sangrante que en Sudamérica. La visita a los enfermos de malaria y de sida me interpeló con muchísima fuerza. Cerca de la misión está el primer proyecto de la Fundación Agrónomos sin Fronteras. Desde entonces mi relación con ellos fue en aumento y este año me acogen en su segundo proyecto agrario: el Programa Pawaga.



Itunundu. Tanzania
Los tanzanos, en su mayoría de origen bantú, están divididos en más de 120 etnias y hablan decenas de lenguas aunque les une el swahili, que durante estos meses trato de aprender. La esperanza de vida en este país ronda los 47 años y hay dos médicos por cada 100.000 habitantes. Cerca de mi casa hay un pequeño dispensario que dirigen los misioneros de la Consolata. Son las mujeres y los niños los que, por la mañana y al caer el sol, van a por agua al río que atraviesa Itunundu, el pueblo donde vivo. No es de extrañar que las enfermedades parasitarias sean una de las principales causas de muerte por estas latitudes.


En Itunundu la temperatura alcanza más de 30ºC todos los días. Estamos en el Valle del Rift y hay muchísimos mosquitos. La vida es difícil. La gente malvive del arroz. Sin luz, sin agua en las casas… Siempre dormimos bajo una mosquitera que aquí, lejos de ser un adorno, pasa a ser un seguro de vida. Cada 45 segundos muere un niño de malaria en África. Más del 85% de las muertes por paludismo en el mundo se registran en este continente.
La educación es de muy mala calidad. Gracias a las donaciones que ha recibido este país para cumplir los objetivos del milenio se han construido cientos de escuelas pero los profesores están muy mal formados. En la escuela primaria de Itunundu hay 800 alumnos repartidos en 7 aulas y en un pueblo cerca de donde vivo está una de las escuelas peores de todo Tanzania: 700 alumnos y tan solo 3 profesores. Echad cuentas.
Mi trabajo. Fundación Agrónomos sin Fronteras
En Tanzania realizo mi labor voluntaria con la Fundación Agrónomos sin Fronteras (ASF) que trabaja en dos programas agrícolas en la región de Iringa. Son gente joven que trata de promover un desarrollo agrario que haga más digna la vida de estas gentes.
ASF aterrizó en Tanzania el 2004. Tras el proyecto inicial en la comarca de Sadani, el año 2008 empiezan su segundo programa agrícola en Itunundu (Pawaga) donde estoy pasando el año. Este programa tiene como objetivo el desarrollo agrario de la población rural mejorando la economía de subsistencia mediante una escuela de capacitación agraria y una cooperativa que impulsa el asociacionismo y dota de servicios a los agricultores de la comarca.
En este Año Internacional de las Cooperativas, mi labor se centra en esta asociación de agricultores con mucho futuro y en la mejora de la calidad en la escuela. También estoy buscando y ejecutando otros proyectos complementarios que buscan un desarrollo integral, algunos de ellos educativos.
Lo que estoy aprendiendo
A ser más paciente. A no mirar tanto el reloj. Aquí los ritmos son distintos. “Pole pole” dicen ellos, despacio. Cooperar es caminar con el ritmo de los locales. La cooperación es una labor a largo plazo y para ayudar de forma eficaz hay que conocer muy bien esta realidad.
A vivir con menos. La vida de un cooperante (de la mayoría) es muy sencilla, austera, con pocas comodidades. Muchos días me ducho con una botella y en muchos momentos no hay luz y el calor y los mosquitos llegan a ser agobiantes.
A valorar todo mucho más. Una botella de agua, cualquier comida por sencilla que sea, una ducha,… Por supuesto a la familia y a los amigos de España. También el tener salud. ¡Cuántos africanos mueren por un agua insalubre o por no tener una mosquitera!
A ser más sensible al sufrimiento. Aquí la gente sufre mucho. La muerte es algo cotidiano que está siempre llamando a sus puertas. Sin oportunidades, muchos tanzanos sobreviven sin posibilidades de salir del círculo de la pobreza en que se hallan recluidos.
A vivir alegre. En medio de la pobreza te encuentras gente muy sonriente que celebra la vida, siempre que tiene ocasión, con canciones y bailes.
A trabajar con más eficacia y mejor en este mundo de la cooperación. Cualquier ayuda no vale, incluso hay ayudas que “desayudan”. Desde la Ongd Persona Solidaridad y desde ASF creemos que un mundo más justo es posible y estamos trabajando por aportar nuestro granito de arena.

lunes, 9 de abril de 2012

Así viven los pobres

Hace unos días llegué a Sadani, a pasar la Semana Santa con mi amigo Daniel, misionero de la consolata, que lleva más de 25 años por estas tierras. Vine en el transporte local, los dala dala. Un poco más de 5 horas para hacer 100 km. Una auténtica experiencia.

En Sadani, los sábados “toca” visita a los enfermos de la zona durante la mañana. Una auténtica inmersión en el África profunda. Un recorrido por las injusticias de nuestro mundo. La pobreza en su máxima expresión (quizá exceptuando los barrios marginales de las grandes ciudades del sur y los campos de refugiados). Unas casas míseras sin ninguna comodidad, solo unas estancias, en una casa de adobe y techo de paja, en su mayor parte vacías. Y los enfermos, enfermos pobres, que en el mejor de los casos tienen el cuidado de un hijo o la visita de un vecino. ¡Cuántas veces solos!

Así viven los pobres, sin dinero para costearse las medicinas o la educación de sus hijos, sin medios para llegar al hospital, viajando hacinados, con sida o malaria, con una casa muy poco digna, sin zapatos que calzarse, con muchas dificultades…

También un recorrido por la esperanza: la vida entregada de Daniel que trata de cuidar de sus almas y también de sus cuerpos, haciendo que estos tanzanos tengan una vida digna y plena ya aquí en la tierra y no solo en el cielo.

Hoy, cuando regresábamos, un grupo de 5 o 6 personas salían de la misión con unos sacos de maíz en la cabeza. La imagen, por usual, no me ha llamado la atención. Me dice Daniel: “Son de Kibada”. Este pueblecito, que conozco, está a una hora y media andando, desde aquí. Y me explica: “Vienen a la misión a moler el maíz porque el debe (unos 20 kg) aquí cuesta 400 chelines y en su pueblo está a 700”. Un euro son 2.000 chelines. Los 40 kg. que acarreaban les habrán supuesto unos ahorros de 30 céntimos de euro. Por ellos se han pegado una buena paliza con una buena carga sobre sus cabezas. Así viven los pobres.

Mañana me marcho a Iringa pero parte de mi vida se queda con ellos y seguiré volviendo mis ojos y mis manos a estas gentes que van trazando mis caminos y con los que quiero seguir compartiendo mi vida para colaborar en un mundo mucho más justo. Desde Sadani, un lugar de paz en las tierras altas del sur de Tanzania, os quiero hacer llegar mi felicitación pascual.


Que estos días sean de paz y alegría. Un abrazo grande.

viernes, 30 de marzo de 2012

Día Mundial del Agua


Coincidiendo con el Día Mundial del Agua, el Presidente de Tanzania, el Sr. Kikwete, visitó el pueblo donde vivo, Itunundu. Llegó, inauguró un proyecto hídrico y se fue. Ha sido realizado por la Iglesia anglicana y abastecerá a 7 poblaciones que cuentan, aproximadamente, con 20.000 habitantes. Ha costado 2.000 millones de chelines tanzanos, un milloncito de euros más o menos.

La toma de agua está en el río Little Ruaha a 25 km. de aquí y el proyecto ha tardado en completarse más de 3 años.

Mientras Kikwete no perdía la ocasión prometiendo ayudas agrícolas y hacía un poco de populismo al más puro estilo Chávez, yo me fijaba en un niño que bebía con ansiedad, -el calor apretaba a media tarde-, agua de una botella de plástico. Agua amarilla, contaminada, no limpia, como dicen por aquí. Gracias al proyecto, algunos de los habitantes de Itunundu no tendrán que recorrer, al menos dos veces al día, la distancia que separa su casa del río pero seguirán sin disponer de agua potable. Aunque se están haciendo esfuerzos, son más de 780 millones de personas en todo el mundo, la mayoría en el África Subsahariana, los que todavía no tienen acceso a fuentes de agua potable en cantidad y calidad suficiente.
A Itunundu ha llegado la cantidad pero no así la calidad.Por esta zona del mundo el 69% de la población carece de instalaciones sanitarias básicas y las tasas de defecación en espacios abiertos son altas, lo que por supuesto es una humillación para la dignidad de la persona y lo que provoca transmisión de enfermedades que pueden ser mortales para los niños.

Todavía, hoy en día, 2.500 millones de personas viven en zonas en las que no existen sistemas de alcantarillado adecuados o no hay tratamiento de aguas residuales, lo que provoca enfermedades infecciosas o diarreicas. Cerca del 90% de los casos de diarrea tienen su origen en el agua no potable y en la falta de higiene y más de la mitad de los casos de desnutrición se deben a infecciones intestinales.

Ya imaginaréis que entre el campo y la ciudad hay muchas diferencias. En 2006 sólo el 45% de la población rural del mundo tenía acceso a instalaciones de saneamiento básico. En las zonas urbanas era del 79%. El suministro de agua potable es dos veces más accesible para los hogares urbanos que para los rurales.
En Itunundu, el agua, como en todo el mundo, es vida. Aquí de hecho da la vida literalmente. Basta darse un paseo por las fincas de arroz que inunda el río para darse cuenta de lo que aquí crea el agua. Ha empezado la época seca y dentro de unas semanas esto será un desierto pero en los márgenes del río se mantendrán los pequeños huertos gracias al agua. Y en el norte, ¿qué? Consumimos mucha agua, excesiva, tanto en nuestras casas como en las industrias. Agua que nos cuesta poco y que, las más de las veces, desperdiciamos.

Preguntémonos, ¿hacemos un uso responsable de este bien tan escaso? He leído hace poco que unos tipos hicieron la prueba de vivir una temporadita con 50 litros al día, como la mayoría de los tanzanos. ¿Qué haríamos nosotros, “norteños”, con esta ridiculez? ¿De qué prescindiríamos? No he calculado los litros que consumo al día pero… son muchos más.

El agua potable debería ser un derecho de todos. Los estados tienen que seguir haciendo esfuerzos para apoyar a las regiones que no cuentan con las infraestructuras adecuadas y asegurar así su distribución.Se está en camino pero aún falta mucho. Por aquí seguiré viendo la estampa clásica de la mujer y los niños acarreando agua y los estómagos hinchados a causa de los parásitos. El agua potable sigue siendo un desafío en muchos pueblos del mundo, entre ellos Itunundu.

domingo, 25 de marzo de 2012

10 AÑOS EN ÁFRICA

Hace unas semanas os hablé de dos mujeres españolas que había tenido la suerte de conocer en Iringa. Una de ellas, Noelia, ha accedido a responder a unas preguntas que le he enviado por mail.

Noelia, gracias, en primer lugar, por dedicarnos un ratito para que la gente que sigue el blog http://vivir-es-ayudar-a-vivir.blogspot.com/ pueda conocerte y aprender de tu experiencia en África durante tantos años.

¿Cuándo llegaste a África por primera vez? ¿Qué te trajo a este continente?
La primera vez que llegué a África fue hace ya diez años. Me trajo obviamente el deseo de desarrollar el trabajo que me gusta, en un lugar en el que además puedes intentar mejorar la vida de otras personas.

¿Qué pensó tu familia y tus amigos? ¿Había en tu familia algún antecedente de cooperación o de voluntariado?
La primera cosa que la familia y los amigos piensan es que tienes ganas de vivir una experiencia vital y que ya se te pasará la vena viajera. Nada más lejos de la realidad, trabajar en África es una opción profesional y personal y en mi caso, no tenía nada que ver con una experiencia viajera.
En mi familia existe un fuerte sentimiento de cooperación y voluntariado en todos los sentidos, aunque fuera de alguna tía misionera nadie se dedica profesionalmente a ello. Yo misma fui voluntaria con niños discapacitados en mi adolescencia y después he seguido haciendo algunos voluntariados puntuales fuera de mi carrera profesional. La cooperación puede no ser venir a África.


¿Nos puedes contar alguna de tus actividades de voluntariado cuando estudiabas? ¿Qué te movía a ello?
Me movía a ello el deseo sobretodo de contribuir a alguna mejora, que en esos momentos no sabía o no tenía clara, de cambiar alguna cosa, de contribuir a la sociedad.

En Guinea Ecuatorial pasaste varios años, ¿qué nos puedes decir de aquel país? ¿Qué situación se vive actualmente?
Guinea Ecuatorial es un país maravilloso. Desgraciadamente la vida allí no es fácil y en la actualidad se dice que está mejorando, o al menos todos es lo que esperamos.


Después estuviste en Mozambique. ¿Nos puedes contar algo del proyecto que allí desarrollaste?
Allí trabajé con comunidades de agricultores mejorando sus capacidades técnicas para aumentar su producción agrícola y con ello sus ingresos y su nivel de vida.

¿Con qué te quedas de los años pasados allí? ¿Qué aprendiste?
Con tantas cosas... no tengo blog para contarlo, o debería escribir el mío propio. Aparte de aprender yo creo que lo más importante es plantearse en qué uno puede contribuir al lugar donde va, porque para eso vas, aunque obviamente tú no vas a dejar de aprender constantemente.

Recomiéndanos un lugar de África para visitar.
Todos los lugares de África deben ser maravillosos, supongo que depende de muchas cosas, de los recuerdos asociados, de lo vivido allí. Animo a que cada uno intente descubrir y vivir el suyo.

Ahora estás en Tanzania, viajando sola, preparando un posible proyecto de la ong con la que trabajas.
¿Has encontrado muchas diferencias con otros países donde has vivido?
Conozco poco África, vivir he vivido en dos países y viajar, solo en una docena y no el tiempo suficiente. No he encontrado muchas diferencias la verdad, aunque cada país tiene sus particularidades, la gente africana suele tener un caracter marcado y caracterisitico.

¿Qué es lo más duro de recorrer este país en solitario? ¿Son los tanzanos gente acogedora?
Los tanzanos son gente magnífica. Siempre recorrer un país en solitario es diferente de hacerlo con alguien, o de compartir tus experiencias. Pero lo más importante es que el trabajo salga adelante y que consigamos aquí también contribuir de manera positiva.

¿Dónde te ves en el futuro?
No me veo en el futuro. No lo sé. Por un lado a veces en la vida te sientes cansado de que cada pequeña cosa se convierta en un problema que resolver, cosa que ocurre a diario en África. Pero por otro lado también te vas dando cuenta de que cuando resuelves los problemas sencillos, aparecen otros, como ocurre en Europa.

Le damos las gracias a Noelia por dedicarnos un poco de su precioso tiempo. Ella sigue por Tanzania haciendo la identificación de un futuro proyecto y, al menos, estará hasta julio. Sigue conociendo y viviendo en esta parte del mundo de la que ya forma parte.

domingo, 18 de marzo de 2012

FAMILIAS POBRES COMEN UNA SOLA VEZ AL DÍA

En el Daily News de hace unas semanas encontré el artículo titulado “Familias pobres comen una sola vez al día”. Os he traducido alguna de las partes. En los países del África Subsahariana se vive así, con muy poco que meter en el estómago. Piensa hoy en lo afortunados que somos los que comemos, al menos, tres veces al día y en lo mal que está repartido el alimento a nivel mundial.

“Familias pobres comen una sola vez al día” por Hasina Mjingo.
Mucha gente se queja de la difícil situación económica en el país. Los tanzanos tendrán que echar mano de sus ahorros para sobrevivir durante el 2012. Los bajos ingresos de las familias, que previamente tomaban 3 comidas al día, no pueden afrontar esto por más tiempo. El número de comidas se ha reducido a una. La cena de la noche cubre las dos comidas principales. El precio de los productos en los mercados se dispara cada día. Los precios de las judías, las sardinas y coles, inicialmente asumibles, han subido a niveles alarmantes.Recientemente, el IPC dado por la Oficina Nacional de Estadística en su informe de enero de 2012 indica que la tasa de inflación de la comida y de las bebidas no alcohólicas, durante enero, se ha incrementado hasta el 27,8 % desde el 27,1% que tenía en diciembre.

Este informe, además muestra que los productos alimenticios que más han contribuido a este aumento han sido: el arroz cuyo precio ha subido un 13,6%, el pan un 2,4%, la harina de trigo un 3,9%, la carne un 2%, el pescado un 5,2%, la leche fresca un 2,7%, los huevos un 3,4% y las hortalizas un 5,6%.

El señor Elikanan Ibrahim de 46 años es profesor de una escuela primaria en Mbagala y padre de 3 hijos. Parecía triste cuando fue entrevistado recientemente. Dijo que su vida estaba llena de miseria. Lo poco que estaba ganando no alcanzaba para llegar a fin de mes.“No hay secretos en mis ganancias. El dinero que llevé a casa a final de mes fueron 260.000 Tsh. De este dinero pagué 75.000 Tsh. por el alquiler de la casa, 100.000 Tsh. por las tasas escolares de dos de mis hijos que estudian secundaria y 60.000 Tsh. por la devolución de un préstamo en una tienda de comida. Los restantes 25.000 Tsh. son para comida, agua, jabón de lavar, queroseno, medicinas, libros de ejercicios y transporte público de mis hijos. ¡Es todo miseria!”-explicó tristemente Ibrahim. (Nota: 1 € equivale actualmente a unos 2.000 Tanzanian Shillings)

Dijo más: “No recuerdo cuando fue la última vez que comimos pollo o pescado en nuestra familia, porque esto es un lujo impensable. El costo de la vida era mucho menor hace 3 años pero las cosas están yendo a peor cada día,”-explicó.

Regina Mwangosi de 32 años es una madre soltera de dos hijos. Vende chapatis (tortitas fritas tanzanas) como una fuente de ingresos con la que mantener a su familia. La mujer de mediana edad parecía cansada y poco feliz. Su marido murió en un accidente de carretera un mes antes de que ella diera a luz a su hijo menor que ahora tiene 7 meses.

Mientras fríe los chapatis nos dijo: “Nada es barato en nuestros días. Incluso la sal y las cerillas son caras. Lo único que como con mis hijos es la kididia.”Preguntada por lo que era la kididia, la mujer, que parecía más vieja de lo que realmente era, contestó que la kididia era un guiso hecho de cebollas, tomates, limón y agua, solo alguna vez con aceite de cocinar pues es muy caro para la familia.

El Dr. Honest Ngowi, un economista de la Universidad Tumaini de Iringa afirma que Tanzania tiene un gran excedente de alimentos. Puso el ejemplo de su Sumbawanga, donde hay un excedente de maíz aunque en Dar es Salaam el precio del maíz está por la nubes. Esto, acorde a su análisis, es debido a las pobres infraestructuras.

Pero algunos analistas creen que el Gobierno ha mejorado la mayoría de las carreteras del país.Él señaló que los precios de los productos importados aumentan debido a la depreciación del Shilling respecto al dólar. Los analistas creen que la inflación se ha visto agravada por la dependencia excesiva de productos importados y el bajo precio de las materias primas que se importan.

domingo, 11 de marzo de 2012

LO QUE NO SE SABE NO EXISTE

Hace unos días recibí un mail, que os pongo a continuación, del padre Amable, un sacerdote ruandés que desarrolla su labor pastoral y social en el Congo Brazzaville.

Las noticias de África no son muy frecuentes en los medios de comunicación españoles así que una labor que me impongo es visibilizar algunas de las cosas que pasan en este continente para que existan, para que los africanos existan ante nuestros ojos, para que no volvamos la mirada ante el sufrimiento de estos hermanos nuestros.

Después de la noticia os he puesto una pequeña biografía de Amable que aparece en su web http://www.directoalcongo.org/ que os invito a visitar. A Amable tuve la suerte de conocerlo hace unos años cuando estudiaba en España. Es de esas personas que te deja temblando y te anima, con su vida tan entregada, a luchar por un mundo más justo, más solidario.
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Hola,
Por accidente, un arsenal de armamentos explotó el pasado domingo en el barrio de Mpila (Brazzaville) cerca del rio Congo, causando más de 200 muertos y más de 1500 heridos que se encontraban a una distancia de 2 km del arsenal. Las dos iglesias cercanas estaban llenas de gente y se han caído encima de ella. Varias casas en cuatro barrios de aquella zona (Ouenze, Potopoto, Talangai, Mpila) se han caído enteras. ¡Es una tragedia! Los pocos médicos y enfermeros no saben qué hacer ante esta cantidad de gente herida, alguna muy grave. No hay medicamentos ni sangre. Es un caos. Una tremenda situación que nunca este país ha vivido. Mucha gente ha huido de esta zona pues está arrasada, y ha sido acogida por familias en barrios lejanos del sitio de la tragedia. Desgraciadamente el número de muertos puede aumentar por falta de medicamentos en los hospitales de Brazzaville.
Un abrazo de Amable desde Congo.
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Biografía: Amable Runyange nació el 11 de abril de 1970 en Butare (Ruanda). Tiene 41 años. Después de terminar los estudios de secundaria en el instituto Nyanza de Butare, entró en el Seminario de Rutongo, en Kigali y luego en el Seminario Mayor de Filosofía de Kabgayi. Tenía 24 años, pero ya tenía claro que quería ser sacerdote. Sin embargo, sus estudios se interrumpieron por la guerra que en su país enfrentó a hutus y tutsis, y los continuó más tarde en el Seminario Interdiocesano de Murhesa-Bukavu (R.D.C.), estudios que tuvo que interrumpir cuando estalló el conflicto entre los hutus y los tutsis.

La vida de Amable Runyange, el Padre Amable, es apasionante, propia de un guión de cine. Ha sobrevivido a dos guerras, una en Ruanda y otra en la República del Congo, y ha atravesado la inmensa selva tropical del Zaire de casi 3000 km huyendo de la guerra de su país.
Esta selva es una inmensa mancha verde que ningún blanco todavía ha explorado, una selva brutal cuyos árboles tapan el cielo y cuyas raíces, gigantes, son tan retorcidas que Amable no podía caminar por el suelo. Cuántas noches no habrá dormido Amable encima de las copas de los árboles y cuántas veces no habrá andado por ellas como si fuera un mono. En la selva Amable se ha enfrentado a tribus belicosas de pigmeos y a boas del tamaño de una tubería de gas. Pero gracias a su inteligencia supo dominar a las serpientes –quedándose quieto como un leño cuando le rodearon- y se hizo amigo de los pigmeos. ¿Cómo? Con gran astucia. Antes de salir del campo de refugiados donde se encontraba en Ruanda cogió un puñado de sal. Sólo eso. Y una manta para poder dormir en el campo. No sabía dónde iba ni cuánto tiempo iba a estar caminando. Lo importante era huir. Escapar de las bombas que caían a granel sobre ellos. Con el saco de sal que cogió, Amable se ganó la confianza y amistad de los pueblos más guerrilleros de la selva. Con esa sal, los pigmeos podían darle sabor a sus platos. Lo que agradecieron a nuestro cura.
En medio de la selva había muchos ruandeses que huían. Amable alimentó a muchos con su sal, y a muchos salvó la vida, pero las condiciones eran demasiado duras, y muchos no pudieron soportarlas. Primero iban muriendo los niños, luego las mujeres, después el resto. Las enfermedades, el hambre, los peligros de la selva… En una ocasión, llegaron al Río Lualaba, un espectacular y gigantesco río plagado de cataratas. No había más remedio que cruzarlo. Amable estaba con cuatro seminaristas. Ninguno sabía nadar. Ni remar. Jamás habían visto un río tan enorme. Construyeron una canoa con unos troncos. Era muy frágil. Había cataratas enormes cuyo estruendo era ensordecedor. Muchos de los que intentaron cruzar el río se habían despeñado en esas cataratas. La corriente era demasiado fuerte, podría haber arrastrado a cuatro elefantes juntos. Pero no había más remedio que cruzar el río. No se podía volver atrás. Atrás sólo esperaba la guerra. Y por lo tanto, la muerte. Amable construyó una canoa junto a los otros seminaristas. Era una embarcación muy frágil. Remaron. Remaron y remaron con todas sus fuerzas. Estuvieron a punto de caer por las cataratas, pero milagrosamente llegaron a la otra orilla. Y salvaron la vida. Cuenta Amable que estuvo durante un día entero sin hablar del esfuerzo y del miedo. Luego tuvo que subir la moral al resto de los ruandeses.
A Brazzaville llegaron cinco mil ruandeses de los más de dos millones que salieron de Ruanda. Los demás murieron por el camino. O se perdieron. Amable llegó absolutamente exhausto al Congo Brazzaville. Parecía un anciano andando con bastón.

Seis meses necesitó para recuperarse, pero se supo ganar la vida haciendo pan y trabajando en los campos. Viendo su coraje, valor e inteligencia, el obispo del Congo Ernest Kombo, uno de los mayores intelectuales de África, le envió a España, a la Universidad de Comillas para estudiar Teología con una beca que le consiguieron los jesuitas. Sus notas fueron extraordinarias. Además para poder vivir en Madrid participó –y ganó- en competiciones universitarias deportivas. Era el mejor corredor de fondo además de muy buen escritor. Ganó muchos premios literarios y periodísticos. Así iba consiguiendo dinero para poder mantenerse. El 3 de abril de 2004 fue ordenado diácono en la Parroquia de San Francisco de Asís de Madrid por Monseñor Fidel Herráez Vegas, obispo auxiliar de esta misma diócesis.

Tras su paso por Madrid, decidió volver a la República del Congo para trabajar con los más pobres de la tierra. Desde Noviembre de 2005 ha sido párroco, y único cura, de la región de Loukolela, una vastísima extensión enclavada en uno de los lugares más pobres pero más hermosos del planeta.