Día 15 de julio
Desde el corazón deÁfrica, os saludo con mucho afecto. Hoy, día 15, ha sido nuestro primer día de grabación. Vamos con unos días de retraso. Las baterías, el micrófono y no sé qué más cosas se quedaron en Barajas y allí han estado esperando a que alguien se apiadara de nosotros. Por fin todo ha vuelto a la normalidad, después de unas jornadas de bastante intranquilidad, y el primer día ha sido muy intenso. Gustavo y Carmen han currado de sol a sol y estamos muy satisfechos y cansados.Todo ha sido relativo a la agricultura. La Fundación Agrónomos sin Fronteras dispone de unas instalaciones en elproyecto Ihanzutwa y hemos estado recorriendo todo el desarrollo que han traído a estas tierras. La agricultura es la base de estas gentes. Una agricultura de subsistencia muy poco desarrollada, con muchas carencias, con muchas dificultades. José Luís es el presidente de la Fundación ASF, un soriano, de Tarancueña, siempre con la sonrisa en la boca, muy currante, dedicado por entero a esta gran obra que empezó hace 5 años. Hoy ha estado realizando labores de traducción swahili-español. Nos muestra orgulloso lo que se va consiguiendo. Sobre todo la escuela de capacitación agraria donde 100 agricultores al año reciben formación para mejorar sus técnicas agrarias y ganaderas. Se emociona hablando de los alumnos y del profesor tanzano con una dedicación digna de alabanza. José Luís es un tipo humilde, me llama la atención su capacidad de trabajo y su entrega a estas gentes. Estoy contento de haberle conocido. Conocer a gente buena me hace tener ganas de seguir trabajando por estos pobres. Y es que aquí son muy pobres, pobres entre los pobres. Carlos es otro de los agrónomos que hemos encontrado por aquí. Un treintañero que ha recorrido medio mundo y que desde hace más de dos años vive en Tanzania. Ya sabe bastante bien el kiswahili y no para en todo el día. Otro trabajador incansable al que da gusto ver hablando con los lugareños. Carlos tiene todavía una inocencia encima que le hace cercano a todo el mundo. Se recorre el pueblo como uno más, habla con todo el mundo y creo que todos le quieren. Por último está Luis, un madrileño que vino a hacer el proyecto de fin de carrera y se ha quedado. Ahora mismo se ha ido a Iringa en busca de provisiones. La ciudad más cercana está a casi dos horas y media de aquí. Un tío muy servicial. Le conocimos hace dos años. Ahora es un tanzano más. El otro día le vi comiendo ugali con unas cuantas mujeres. Sentado en el suelo y comiendo la pasta de maíz que con la mano come todo el mundo, todos los días del año.
Día 16 de julio
Esta mañana hemos estado grabando a los Mbangati, una tribu de pastores nómada. Ya veréis en el vídeo en qué condiciones viven. Después nos hemos ido a Sadani, el pueblo grande más cercano. Lo que más me alucina este año es ver cómo al llegar la telefonía móvil nos encontramos a estos tanzanos, que no tienen para vivir, con el móvil colgado del cuello. ¡Cosas que tiene la globalización! Se han saltado algún que otro paso en su evolución y eso da más que un problema. Hemos charlado con el Padre Daniel y nos ha estado contando lo que ha mejorado el país desde que él vino y también los pasos atrás. Después de Julius Nyerere, considerado padre de la patria entre otras cosas por su honradez, han venido otros políticos que dejan bastante que desear. Aquí se oye mucho lo de “rushua”, corrupción. Nos dice Daniel que la gente todavía vive con miedo, miedo a los grandes, a los Wakubwa. El miedo es freno para el desarrollo. Nos habla también de la influencia negativa que tienen los brujos en esta zona. Nadie nos habla de ello pero estos personajes sangran a la población a base de imponer miedo. La gente acude a ellos en sus dificultades. ¿Cuántos doctores habrá en 50 kms. a la redonda? Quizá ninguno. Los brujos siguen teniendo su hueco en esta sociedad y la ignorancia de la gente alimenta esta irracionalidad.Día 17 de julio
El día de hoy ha sido muy intenso. Hemos empezado a grabar a las 7 de la mañana y hemos terminado a las 7 de la tarde. Con una puesta de sol como creo que no habré visto una en mi vida. ¡Alucinante! El sol rojo sobre el horizonte con las montañas al fondo, con unas pocas nubes y un silencio que en España sería difícil de encontrar.Hemos grabado la vida en la aldea de Ihanzutwa, un pueblo cualquiera de este país. Eso sí, bastante metido en el interior y sin carretera que llegue hasta aquí. En el Sur, carreteras hay pocas. Caminos que dificultan las comunicaciones y el transporte de mercancías. Esto ayuda poco al desarrollo. ¿Qué se puede ver por aquí? Pues llama la atención la gente ociosa. Están terminando la recolección del maíz y mucha gente anda sin trabajo, cosa bastante frecuente a lo largo del año. Se ve a las mujeres con toda la carga familiar, además de recoger agua, ir a por leña,… La mayoría de los hombres no hacen nada en todo el día. Es triste pero es así. No hay nada que hacer. Los niños que todavía no tienen edad de ir a la primaria se pasan el día en la calle. Los jóvenes no tienen un sitio a donde ir. Quizá jugar un día un partido de fútbol. No hay televisión, ni apenas radios. Algunos no conocen Mafinga, el pueblo más grande a 50 kms. de aquí. Los menos han intentado ir a Dar es Salaam. Pero allí todo es aún más difícil. La pobreza en las grandes ciudades es aún más cruel, menos humana, si es que esto se puede decir así. María trabaja por aquí e intentó la aventura de Dar, atraída por una oferta de trabajo siendo “chica para todo” en una casa. Le prometieron todo y se volvió a los 2 días cuando le dijeron que matarse a trabajar sería recompensado con 10000 chelines al mes, unos 6 euros. En Ihanzutwa estos días también se puede ver a mucha gente desgranando el maíz o moliéndolo con el mortero, en una imagen que se repite por todo África y que todos relacionaríamos con este continente. El ocio provoca mucho alcoholismo. En las estadísticas esta región se lleva todos los premios. Se puede ver el kilabu (creo que viene de club) al final del día lleno de gente para darle al alcohol local, el pombe. Se hace con maíz y los fines de semana en el patio de las casas se ven bidones, donde a fuego lento se prepara para que no falte nunca.
Hemos estado con el “médico” y su mujer. Ha sido un rato muy agradable. Hemos comido ugali, como no podía ser de otra manera, con su verdura correspondiente e incluso nos han sacado un poco de carne. Agua embotellada y dos piezas de fruta de postre. Todo un exceso por estos lugares. Carmen les ha entrevistado a los dos. Son una familia con 29 miembros. Tienen 7 hijos propios, todos los demás han sido adoptados después de quedarse huérfanos. La mayoría son parientes pero también hay alguno del pueblo sin parentesco con ellos. Parece ser que esto es frecuente pero creo que ellos se llevan la palma. Si nadie les acoge -nos comentan-, muchos niños acaban en la calle abandonados a su suerte. Ya os podéis imaginar en qué condiciones. Nos hablan de una pareja en la que la mujer muere y el hombre se vuelve a casar pero la nueva esposa no quiere saber nada de los hijos del anterior matrimonio. Hay muchos casos parecidos. Aunque no puedo hablar apenas nada con ellos, mi swahili está todavía en mantillas, este matrimonio me parece un ejemplo para sus vecinos. También es verdad que ellos tienen un sueldo del gobierno y pueden alimentar a tantas bocas. Otros… Él nos ha estado comentando sobre la situación tan precaria de la sanidad. Prevalece el sida. Los medicamentos no llegan o se quedan por el camino. Muchos se hacen la prueba cuando es demasiado tarde. Parece que el preservativo no ha frenado la enfermedad. Hay poca fidelidad y mucho alcohol. Esto no ayuda a detener la expansión del Ukimwi (sida). Después está la malaria pero de esto ya os cuento otro día que por hoy ya está bien.
Ojalá estas imágenes que se están grabando nos sirvan para hacernos más sensibles a las vidas de estas gentes y nos comprometan en el trabajo por un mundo más justo, dando nuestro tiempo, nuestro dinero y algunas de nuestras ilusiones.
Espero vuestros comentarios aunque aquí tengo muchas dificultades para conectarme a Internet.
Desde el sur de Tanzania os mando un abrazo muy fuerte.
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