En lo profundo
no hay nada que no sea sorprendente
y, sin embargo,
bajamos tan a poco y pocas veces.
Acomodamos
el pulso a la presión de la rutina.
Nos distanciamos
del fondo y del origen de los días...
...y no bajamos, y no bajamos, y no bajamos.
Nos olvidamos del sentido de la Vida,
del propio barro del primer atardecer...
Y amontonamos un sinfín de tonterías,
buscando en lo que creer.
En lo profundo
no hay nadie que no sea diferente,
pero a menudo
mostramos sólo aquello que no duele.
Desdibujados
detrás de multitud de vanidades...
Tristes, sin sueños,
ajenos al Amor,... superficiales.
...y no bajamos, y no bajamos, y no bajamos.
Nos olvidamos del sentido de la Vida
del propio barro, del primer atardecer...
Y amontonamos un sinfín de tonterías,
buscando en lo que creer.
Espero que os guste y os ayude a vivir desde lo profundo.
Me siento triste esta noche.
Quiero estar contento por todos los ratos profundos que he compartido con Juan Carlos.
A Carmen, a María y a Cristina os mando desde este silencioso blog mi abrazo más cariñoso para estos momentos tan duros que estáis viviendo.
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