miércoles, 28 de octubre de 2009

Verano en Villa Rica, compartir lo vivido

Os pongo por aquí, el último artículo que hemos mandado al diario de Burgos con noticias sobre nuestro verano en Villa Rica (Perú). Lo ha escrito José Antonio.

Este verano, como viene ocurriendo desde hace ya seis años, varios miembros de la ongd Persona Solidaridad aprovecharon sus vacaciones para ir a trabajar a Villa Rica, una población de unos 8000 habitantes en la selva alta peruana. Durante el mes de Agosto, Beatriz, Ana, Juanje y Jose Antonio vivieron una experiencia inolvidable colaborando en los proyectos de cooperación que la ongd desarrolla en la zona. Para algunos esta era una primera experiencia, otros repiten hasta por quinta vez.

Para los nuevos todo es asombro y ganas de conocer, para los que vuelven, la satisfacción de ver la vida propia de los proyectos ya finalizados, la lucha por sacar adelante los iniciados y la alegría del reencuentro con muchas personas queridas, con amigos lejanos.

Durante este verano nuestra principal labor ha sido dar los primeros pasos para iniciar un proyecto de viviendas saludables en uno de los barrios más pobres del pueblo, el 'Cerrito San Francisco', que se va a desarrollar junto a Caritas de San Ramon (Perú). El barrio, de unas 70 familias, está compuesto por colonos de la zona andina que han acudido a Villa Rica en busca de trabajo en el café y que se asentaron con la esperanza, no siempre cumplida, de mejorar su vida. Se trata de un pequeño cerro en el que sin calles, ni sistemas de desagüe para residuos (todo acaba en un par de arroyos que lo atraviesan), ni luz, se levantan algo más de un centenar de casas de madera en estado muy precario, con cocinas de leña sin una salida de humos adecuada.
Por suerte para los habitantes de este pequeño barrio, tienen una presidenta vecinal excepcional, la señora Paulina, una mujer, que pese a sus muchas dificultades por un bajo nivel cultural y económico, con una hija que hace un año acabo sus estudios básicos a la que no puede pagar la universidad, lucha y trabaja duro por su barrio y sus gentes. Junto con ella y dos técnicos de Caritas hemos podido establecer con los vecinos lo que esperamos sea el embrión de un precioso proyecto, el mejoramiento de sus cocinas y la instalación de baños ecológicos. Allin Kausai (vivir mejor) es el nombre que se le ha dado en quechua al mismo, la lengua de la mayor parte de estos colonos andinos.

Todos los años procuramos dedicar algunos días a visitar una realidad peruana distinta a la que conocemos en Villa Rica que nos permita obtener una visión un poco más amplia, Perú es un país inmenso, no sólo en tamaño (el doble de España) si no sobre todo en diversidad, tan acostumbrados como estamos a Europa, donde la verdad es que todo esta tan unificado... El año pasado colaboramos en la parroquia de Villa Rica con un sacerdote húngaro que este año no está, el padre Luis. Ahora se encuentra en Oventeni, un poblado más pequeño que Villa Rica bastante perdido de todo el mundo, y que llevaba 25 años sin párroco. El viaje puede realizarse en avioneta, media hora, o en coche, más de 10 horas para recorrer 140 kilomtros. Nosotros decidimos ir con el primer medio y volver con el segundo.


Además de la ilusión por poder compartir de nuevo, aunque sólo fuese unas horas, con alguien tan especial como el padre Luis, también pudimos conocer la realidad de las comunidades nativas Asheninka, algunas de ellas a varios días de camino del poblado. La forma de vida de los Asheninka es bastante pobre, sus casas son extremadamente míseras, casi todas cabañas de madera sin paredes y sin elevación del suelo, prácticamente todos los niños y mujeres van descalzos y su salud e higiene es muy precaria. Son muy recelosos con la gente extraña y los padres de familia suelen ir armados, por lo que hay que pedir permiso e ir con alguien conocido a sus comunidades, aunque finalmente pudimos visitar dos de ellas y el padre Luis les traslado su iniciativa de crear un internado en el poblado para que los jóvenes tengan la oportunidad de seguir estudiando después de primaria. Un proyecto en el que estamos dispuestos a colaborar.

Este mes es sólo la culminación de un trabajo que viene realizándose durante todo el año aquí en Burgos con la obtención de fondos, la elaboración técnica de los proyectos, la formación y profundización en el conocimiento de nuestra labor y del lugar en el que vamos a desarrollarla. Y, por supuesto, en la ongd Persona Solidaridad estamos convencidos que esta experiencia durante el verano tampoco puede ser el final del camino, todo lo que allí aprendemos, que es mucho, y la realidad que descubrimos, tan rica y tan pobre a la vez, no podemos guardarla para nosotros solos. Nuestra obligación es transmitirlo, contagiar a otros de la alegría que de tan lejos nos traemos, intentar poner a la vista de todos la realidad que hemos conocido y no dejar de contar a todo aquel que quiera escucharnos que hacer algo por otros vale la pena, que VIVIR ES AYUDAR A VIVIR

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