sábado, 12 de noviembre de 2011



NYERERE

Hoy tenía pensado traer hasta este espacio cibernético otro tema pero, esta semana, se me ha cruzado en el camino la figura de Julius Nyerere, el padre de la patria tanzana y quería compartir con vosotros algunas de sus ideas que me han llamado poderosamente la atención.


Nyerere fue el artífice de la independencia de Tanganica, de la que se cumplen 50 años en el 2011. Además tomó parte muy activa en las negociaciones con Zanzíbar para la unificación de las dos naciones en la República de Tanzania. Desde entonces, y ya como presidente, trató de llevar a cabo su idea de socialismo africano o Ujamaa. Esta palabra como él dice denota el tipo de vida que viven un hombre y su familia; la madre, el padre, los hijos y sus parientes cercanos. La palabra literalmente significa espíritu familiar. Él dice que estamos llamados a crecer juntos como hermanos.



Nyerere fue un hombre profundamente católico. Muy respetado por su austeridad y honradez decía a menudo que ningún hombre es infalible. Su política económica no dio los resultados esperados y años después de dejar voluntariamente la presidencia de Tanzania, en una reunión en Europa, un miembro del Banco Mundial le preguntó por las razones y le contestó así:




El imperio Británico nos dejo un país con un 85% de analfabetos, dos ingenieros y doce médicos. Cuando dejé el gobierno, teníamos un 9% de analfabetos y miles de ingenieros y de médicos. Yo dejé el gobierno hace trece años. Entonces, nuestro ingreso per cápita era el doble que ahora; y ahora tenemos un tercio menos de niños en las escuelas y la salud pública y los servicios sociales están en la ruina. En los trece años, Tanzania ha hecho todo lo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional exigieron que hiciera. ¿Por qué han fracasado ustedes?




Tras dejar la presidencia siguió comprometido en la política pronunciando polémicos discursos donde criticaba a los países enriquecidos por querer crear un marco legal que perpetuaba la explotación y la dependencia de los países del sur.




La pobreza no es el verdadero problema del mundo moderno. Hoy tenemos el conocimiento y los recursos que podrían permitir acabar con la pobreza. El verdadero problema; lo que provoca la miseria, las guerras y el odio entre los hombres, es la división de la humanidad en ricos y pobres. Hay unas pocas naciones ricas que dominan económicamente; y por lo tanto también políticamente, el mundo entero. Y el destino de la gran mayoría de naciones parece ser el estar dominados.



Pero la gravedad de esta situación no es simplemente que mientras la gran mayoría pasa hambre y no tiene ni ropa, ni hogar, en los países ricos la gente tiene más alimentos de los que pueden llegar a comer, más ropa de la que pueden usar o más viviendas de las que necesitan para vivir. Lo verdaderamente importante no es que unos tienen los recursos para ofrecer comodidad a todos sus ciudadanos, y los otros no llegan ni a los servicios básicos. Lo profundamente grave de esta situación es que las naciones ricas tienen poder sobre las vidas de aquellos que son pobres. Así que las naciones ricas se hacen más ricas y más poderosas, mientras que los pobres se empobrecen cada vez más y son menos capaces de controlar su propio futuro.

Cuando todavía era presidente, una delegación de políticos escandinavos llegó a Tanzania con la intención de donar una importante suma de dinero. Nyerere, cordial como siempre, les dio esta bienvenida:

Excelencias, no lo tomen como un desaire, pero ¿por qué no emplean ese dinero en formar a sus jóvenes sobre la auténtica realidad de África y lo que las potencias coloniales hicieron con nuestros pueblos y nuestras riquezas? Por favor, señores, no nos echen una mano, nos basta con que nos quiten el pie de encima.

Ya veis cómo se las gastaba. Luchó por hacer de Tanzania un país verdaderamente independiente, libre de las nuevas formas de colonialismo económico. Es innegable su lucha por la igualdad de todos los hombres y su contribución a la dignidad de los africanos. Ojalá todo el mundo, y los tanzanos en particular, sigamos aprendiendo de este hombre sencillo que quiso crear una cultura mundial de solidaridad.

2 comentarios:

Alberto P. dijo...

Muy interesante tu entrada, para variar.
Mucha fuerza desde el norte al sur.

Anónimo dijo...

Lo que nos queda por aprender.
Donde hubo quizás vuelva ha haber, ¿no surgirá otro Nyerere, otro Mandela local que de un nuevo impulso al desarrollo de su gente?
Ojalá.
Saludos.